A las inclemencias climáticas, enfermedades, hacinamiento, asaltos, robos e incendios, afirma Damnificados Unidos de la Ciudad de México, se suma el coronavirus que acecha a personas aún en campamentos en espera de la entrega de sus viviendas a dos años y medio del sismo del 19 de septiembre.
Ciudad de México, 4 abril (SinEmbargo).– Luisa, mayor de edad y con presión alta, vivía en una casa en la colonia La Planta en Iztapalapa, Ciudad de México, con sus hijos. Después del sismo del 19 de septiembre de 2017, sobrevive en un campamento con un hijo, junto con otras tres familias. Era trabajadora del hogar, pero por el coronavirus sus patrones la «descansaron» sin pago hace dos semanas.
«Sigo aquí en la calle todavía. No me han resuelto nada de la reubicación», dijo quien vio cómo tiraron su hogar. Un clóset con cortinas y un techo de lámina es su refugio frente a la pandemia. De lámina también están hechas las casas del campamento de Colector 13, al norte de la Ciudad de México, donde habitan en hacinamiento damnificados del terremoto de 1985 y aviadores desde hace 35 años.
«Nomás tratar de no salir, solo por lo necesario. Traer las tortillas, ir al tianguis para la fruta y verdura. Lavarse las manos al regresar. Estar acá no es muy seguro. Trato de cuidarme mucho, padezco de presión alta y trato de tener mi dieta. A veces pongo pino, cloro. Gracias a Dios ahorita ni una gripa he pescado, pero sí es muy difícil», comentó doña Luisa.
Sin baño, usan un bote y tienen «un pedacito» para lavar y bañarse. Entre plantas amarillas y rosas, el señor Hermilo vive entre carpas y unas sillas azules, otrora asientos de algún lugar.
«Aquí vivo nada más de la ayuda que me está dando el Gobierno [4 mil pesos mensuales para la renta]», afirmó Luisa. Sus otros hijos se fueron a rentar con sus niños a otra parte. Ella ahora está desempleada. «Lo voy estirando, haciendo milagros con el dinero. No puedo ir a rentar, pago la renta y luego ¿para que coma? Sí, nos dan ayuda, pero ¡a cuánto están las rentas! Un cuartito ya está bien caro».
La Alcaldía Iztapalapa, encabezada por Clara Marina Brugada Molina, «ya no se mete para nada acá» y la Comisión para la Reconstrucción del Gobierno de la Ciudad de México «nos trae nada más que ya tienen dos predios, que tienen que ver lo de la compra. Así nos traen».
«Está uno con depresión. Hay días que está uno bien y hay días que no, ahí está uno. Ha sido muy pesado para nosotros», compartió doña Luisa.
También en el Multifamiliar Tlalpan aún hay vecinos que no pueden obedecer al «Quédate en casa» porque no se las han entregado. En campamentos están sin agua, luz y sin nadie que recoja la basura.
Además, la Comunidad Indígena Otomí Residente en la Ciudad de México manifestó «la grave situación» que viven para hacer frente a la crisis de salud pública, ya que no tienen agua, trabajo, salud, alimentación ni vivienda.
«Comemos, dormimos, nos resguardamos y trabajamos en la calle. Vivimos en campamentos y somos damnificados de los pasados sismos del 19 de septiembre», dijeron en un comunicado en el que pidieron solidarizarse con los adultos mayores, niños y madres embarazadas, los más vulnerables ante la pandemia.
El acopio de víveres, enlatados, agua, leche y artículos de aseo personal, papel de baño, alcohol y gel, puede llevarse a la calle de Guanajuato 200, Colonia Roma en Alcaldía Cuauhtémoc.
RECONSTRUCCIÓN NO PARA
Durante dos años y medio, damnificados por los sismos de septiembre de 2017 han vivido en la calle padeciendo inclemencias climáticas, enfermedades, hacinamiento, asaltos, robos e incendios, afirma Damnificados Unidos de la Ciudad de México, integrado por más de 800 predios.
«Ahora nos toca una pandemia que se ensaña con los adultos mayores y personas con enfermedades crónicas», expuso en un comunicado. «Se acumulan pendientes e incumplimientos que siguen retrasando el regreso a casa de miles de familias en la ciudad, quienes ni siquiera tienen un techo en el que poder pasar la cuarentena».
Los integrantes aseguran que la Comisión para la Reconstrucción titulada por César Cravioto «pretende aprovechar la pandemia para desarticular las mesas de trabajo que por más de 15 meses hemos sostenido de manera periódica en busca de soluciones para regresar a casa».
En un video, el 31 de marzo el Comisionado César Cravioto aseguró que el programa de reconstrucción no va a parar y los recursos están en un Fideicomiso, por lo que no hay peligro de que se destine a otras actividades.
«Vamos a dejar de tener reuniones presenciales tanto con personas damnificadas y empresas que nos ayudan en este proceso, pero vamos a tener mecanismos de comunicación con chats en cada edificio y cuadrante de atención», aclaró. «Con las empresas vamos a tener distintos correos electrónicos para que puedan subir presupuestos, estimaciones, finiquitos y no se pare el proceso administrativo para que las obras puedan continuar».
Luisa, del campamento de la colonia La Planta en Iztapalapa, comentó que solo habla de reconstrucción, «pero los que estamos en reubicación se nos baja la moral totalmente porque no vemos nada».
Durante marzo, la Comisión para la Reconstrucción estuvo entregando viviendas rehabilitadas en la Alcaldía Iztapalapa (colonias Desarrollo Urbano, Renovación, Molino, Santa Martha Acatitla y Ermita Zaragoza), Tláhuac, departamentos del edificio 3C de la Unidad Habitacional Tlalpan, Coyoacán, Magdalena Contreras, Venustiano Carranza y en Xochimilco.